sábado, 7 de octubre de 2017

II TRAVESÍA A NADO DE LA PATACONA 2017

(* pulsando en la foto se abre a toda la pantalla)


La II edición de la Travesía de La Patacona tuvo lugar el pasado día 30 de Septiembre en la playa del mismo nombre, situada en Alboraya, muy cerca de Valencia. 

Era la segunda vez que participaba en esta prueba, después de la agradable sorpresa que supuso la del pasado año, en que inició su andadura con un considerable éxito de asistencia y una organización bastante aceptable dentro de su modestia, teniendo en cuenta que era su primer año. La prueba fue puesta en pie por un entusiasta grupo de nadadores del Club Nadópatas Patacona, cuyo principal punto de encuentro para nadar es esta emblemática playa.

La "Travesía" constaba de varias distancias. Había una prueba de 1.500 metros y otra de 3.000 metros y por una "travesía infantil" de 300 metros, que se disputó al finalizar el resto de pruebas, con gran algarabía de toda la chiquillería que participó.

Este año han corregido satisfactoriamente los pequeños fallos de principiante que detectamos en la pasada edición, y la prueba ha tenido, sin ningún género de dudas, una organización de matrícula de honor. Y esto es especialmente remarcable porque la inscripción, de apenas 14€, es un ejemplo más que palpable de que organizar una travesía como Dios manda no es necesariamente sinónimo de sangrar al deportista, sino de buscar patrocinadores y, sobre todo, de tener gente con ganas de implicarse y con experiencia, que sepa lo que el nadador necesita en cada momento. 

Allá por el mes de julio empezó a publicitarse la Travesía en las redes sociales.

Y yo, que estaba recién salido de una importante operación quirúrgica ese mismo mes, me hice la promesa de que, a poco que me viera en condiciones de nadar, iba a participar; por dos razones, primera porque no quería dejar pasar la temporada veraniega totalmente en blanco, sin nadar en ninguna prueba y, en segundo lugar, porque guardaba un recuerdo muy agradable de la edición del 2016, por su carácter familiar pero, pese a ello, con una organización más que aceptable.

Rosario Farucci con el bañador oficial de la Travesía
La cita era a las 9:30 en la Playa de La Patacona (Alboraya),  que es la continuación inmediata de la conocida Playa de la Malvarrosa de la ciudad de Valencia; aunque, desde bastantes horas antes, ya estaba la gente de la organización, con Rosario Farucci al frente, poniendo en solfa todo el tinglado. Como ya he apuntado antes, se notó que en la organización había nadadores con experiencia, y que sabían lo que hacían.

El  amplísimo equipo de Natación CDUPV

A partir de las 8:30 aquello se convirtió en un hervidero de nadadores y acompañantes, con dos grandes protagonistas por sus numerosos miembros, los clubs Nadópatas Patacona y el Natación CD UPV,  ya que ambos presentaron un aluvión de nadadores.

Un voluntario "marcando" a mi amiga Eva Calomarde

Y sobre esa hora arribamos al "meeting point" mi amigo Juan Bueno  Horcajadas y yo, dispuestos a recoger la bolsa del nadador y a que nos marcaran en el brazo el correspondiente dorsal; aunque lo cierto es que tardamos bastante en llegar a la mesa correspondiente, dada la gran cantidad de amigos que fuimos encontrando y saludando por el camino. 

Postureo con Juan Bueno antes de comenzar

Una vez conseguido el gorro y marcado el número en el hombro llegó el momento del "postureo fotográfico" 😂, aprovechando la magnífica mañana que hacía y que la ocasión lo requería. Y también había que inmortalizar que Juan y yo no habíamos competido juntos desde Febrero, en que participamos en un 15k corriendo también en la zona de La Malvarrosa.

Ya sobre las 9:15 empezaron a avisarnos por megafonía de que era el momento de irse hacia la orilla, para el cajón de salida de la prueba de 1.500 metros, en la que participaron un total de 152 nadadores.


Y con una puntualidad británica -este año sí- comenzó la citada "travesía corta"; corta en cuanto a distancia, pero no en cuanto a la categoría de los participantes, porque el nivel era altísimo, como se pudo comprobar luego en las clasificaciones. Como decía un amigo allí presente: "aquí hay demasiado nadador con pinta de nadador..." 😂

Diez minutos después, se daba la salida a la prueba de 3.000 metros, que contó con la participación de 228 nadadores, también de un nivel extraordinario en muchos casos.


La amplitud de la playa permitió que los participantes se abrieran en abanico en la orilla, entrando en el agua prácticamente al unísono  y sin gran dificultad para nadar ya desde los primeros metros.

Boyas de diferentes colores en función del cometido
El circuito estaba formado por 11 enormes boyas de diversos colores, en función de su ubicación, de tal manera que la travesía corta salía de la orilla e iba bordeando boyas -se ve con claridad en el gráfico- hasta llegar a la boya número 6, roja, en donde giraba 90º, para regresar a la orilla.

El recorrido a completar por los participantes de la travesía larga salían igualmente de la orilla e iban bordeando las boyas hasta llegar a la número 11, amarilla, en que giraban 90º para dirigirse hacia el arco de Meta. Aunque teóricamente el circuito era de 3.000 metros, lo cierto es que mi GARMIN marcó 3.300m., idéntica distancia que marcó el pasado año; la diferencia de medición obedece a que ésta es teórica sobre plano y en línea recta de boya a boya, si bien luego, en la práctica, los giros hacen que te abras un poco para no chocar con el resto de los nadadores y la distancia finalmente recorrida sea superior a la teórica.

Los nadadores, entrando en el agua "como si no hubiera un mañana" 😱

No intentéis buscarme entre esa marabunta de nadadores corriendo que veis en la foto, porque no me encontrareis. Yo, fiel a mi costumbre, siempre voy de los últimos, porque me agobian muchísimo las patadas, los codazos, los empujones y demás lindezas con que te obsequian "los pro", siempre ansiosos por hacerse un sitio en el podio a toda costa. 

Pero el hecho de que entrara de los últimos en el agua no significa que salga de la misma de los últimos, sino que, poquito a poco me voy marcando mini objetivos y voy adelantando, uno a uno, a un buen puñado de nadadores. De hecho, en esta ocasión, pese a entrar el último en el agua, acabé el 150, lo cual, teniendo en cuenta que acabaron 228 nadadores, significa que adelanté a 78. Ése es mi triunfo en todas estas pruebas, el ir adelantando nadadores de uno en uno y el ir viendo primero sus pies, luego sus manos y, finalmente dejarlos atrás para centrarme en el siguiente nadador a adelantar. 

El mar estaba absolutamente espectacular de calmado, y bastante claro también, para lo que suelen ser las aguas en esa zona, donde la turbidez de las mismas te impiden prácticamente ver más allá de tus manos.

Yo, pese a lo reciente de mi paso por quirófano, me encontré muy fuerte y fui "de menos a más", como suele ser mi costumbre.

Jordan Martínez (1º) y Mario Castejón (2º)
La prueba de 1.500 metros la ganó Jordan Martínez, del Elche CN, en 21'22", a un ritmo de 1'25"/100m.; en 2º lugar entró Mario Castejón del CDNA, en 21'32", seguido de José Vicente Romero, del CN Turís, en 21'43".

En féminas, la vencedora fue Mercedes Benet del CN SOS Bétera, en 23'04", seguida de Sandra Gans  del Club Triatló Poblats Maritims en 25'23" y de Paula Dobón en 26'40".

Víctor Benages entrando en Meta con holgura

En cuanto a la prueba de 3.000 metros, el vencedor absoluto, con gran holgura por cierto, fue Víctor Benages del CT Huracán en 38'40", a un ritmo de 1'16"/100m., seguido por Jorge Martínez, del Elche CN, con 40'16" y, en tercer lugar, Alberto López de Natación CD UPV en 40'48".
Víctor Benages (1º), Jorge Martínez y Alberto López
En féminas, la vencedora fue Tania Scherbirnina, del RCN Delfín, en 43'50", entrando en la 11ª posición de la general. A continuación entró María Moragón de Natación CD UPV, en 46´35" y tercera fue Núria Giner también de Natación CD UPV, en 47'33", correspondiendo al lugar 27º de la general. 

El club Natación CDUPV tuvo una destacadísima actuación tanto por lo amplio de su participación, como por los numerosos podios que hicieron. 

En cuanto a un servidor, acabó mucho más entero y con mayor energía de la que preveía, y logré incluso mejorar mi marca del pasado año en casi 4', lo cual no deja de resultar sorprendente para mí, habida cuenta de que he estado varios meses inactivo y de baja. 

A la vista de las fabulosas marcas de los vencedores, la modestia de la mía es notable. No obstante, para mí fue muy importante y me hizo sentir contento, no sólo por haber finalizado muy bien de fuerzas, sino porque conseguí mejorar la del pasado año.

Aunque no hice podio, estuve a punto de hacerlo, porque por apenas 2' no pude ser el 3º en mi categoría. Aunque uno no es nada competitivo, siempre es una motivación extra poder subir a un podio y compartir con los amigos ese momento dulce de gloria. 

Una vez finalizadas las dos pruebas largas, se disputó la prueba infantil, de 300 metros, consistente en ir y volver hasta la primera boya que había frente a la línea de Salida. 

Con Juan Bueno y Eva Calomarde
Y mientras esperábamos la entrega de trofeos, llegó el momento del postureo y las fotos con los amigos, aprovechando la magnífica mañana que nos tocó disfrutar. 

El avituallamiento de la prueba fue muy abundante, tanto en bebida, como en comida y corrobora lo apuntado al principio de que el hecho de ser una prueba "modesta" no impide el que se pueda organizar con gran profesionalidad y aportando al nadador lo que precisa en todo momento. 

Con las "Calomarde Sisters" 😍


También he de señalar el gran nivel de los participantes, ya que las marcas obtenidas fueron realmente notables, con unas medias impresionantes, tanto en la prueba corta, como en la larga. 
Marcos Celma, incansable con el micrófono





Por último no puedo olvidar a Marcos Celma, que estuvo incansable en la locución de la prueba, una tarea aparentemente sencilla, pero que puede resultar bastante agotadora, después de estar varias horas hablando de pie y a pleno Sol. Ése "vamos José Mari!" que me dedicó, voz en grito, cuando salía del agua, se lo agradecí infinito 😉

Y poco más puedo decir, que fue un día de disfrute en una prueba en la que participamos casi 400 nadadores y que la organización fue perfecta, cosa que no me cansaré de repetir.

Desde aquí quiero felicitar a Rosario Farucci y a todo su equipo por la magnífica mañana de deporte y compañerismo que nos hizo disfrutar a todos los asistentes. 

Y nos vemos el año que viene en la III Travesía de La Patacona.


Nos vemos en el agua!

José María Galera
OWS Alicante