lunes, 27 de agosto de 2018

XVII TRAVESÍA POPULAR A NADO L´ILLA - PORT DE BENIDORM 2018


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Imagen de Manzaneque tomada desde la orilla de la Playa de Mal Pas
El pasado domingo 26 de Agosto se ha disputado la XVII Travesía Popular a nado l´Illa - Port de Benidorm, a punto de cumplir ya su mayoría de edad, puesto que es una de las pruebas más veteranas que se celebran en las costas alicantinas. 

La inscripción en esta prueba es una opción no apta para cardíacos, puesto que se abre puntualmente el día 1 de Agosto de cada año, agotándose las 350 plazas disponibles en apenas dos horas. 

Nervios, ansiedad, la página que se bloquea constantemente por la avalancha de solicitudes,.... y la alegría cuando finalmente se consigue ver reflejado tu nombre en la lista de inscritos. Pero también conlleva a veces algo de frustración si se pretende inscribir a un grupo o Club más o menos numeroso porque, inevitablemente, algún nadador siempre se queda fuera....

La organización tiene fijado este "numerus clausus" en aras de evitar una masificación excesiva que pudiera comprometer la logística necesaria para poder garantizar la seguridad de los nadadores, particularmente si amanece una mar algo complicada, como ocurrió ayer. Cada organización  de travesías gestiona de una forma particular el "filtro" ante la avalancha de solicitudes. Mientras que la Travesía Tabarca - Santa Pola lo hace mediante un sorteo, ésta lo hace por riguroso orden de inscripción hasta agotar plazas disponibles. 

Los nadadores, lanzándose de uno en uno al mar
Aunque la salida oficial de la prueba era a las 8:15 de la mañana, desde las 7 horas se comenzaron a entregar los gorros y los chips en la mesa habilitada para tal fin, previo al desplazamiento de los nadadores hasta la Isla de Benidorm. 

Por un incomprensible -e imperdonable para una Organización tan veterana- fallo logístico en la citada entrega, la escasez de personal entregándolos produjo una larguísima cola de participantes a lo largo del Paseo de Colón que desesperó a más de uno y que retrasó de forma importante el acceso de nadadores a la "golondrina" que les iba a transportar hasta la Salida, situada en la Isla de Benidorm. 


La espera se hizo interminable para los primeros en lanzarse
Una vez en la Isla todos los nadadores, surgió un segundo contratiempo, ya que al realizarse la Salida desde el agua, el punto de acceso habilitado a tal efecto permitía únicamente el paso de los nadadores de uno en uno, lanzándose a continuación al mar, también de uno en uno. Consecuencia: los primeros en tirarse se quedaron literalmente helados en el mar, esperando a que todos los nadadores estuvieran dentro del agua. 

La conclusión parece obvia: la Travesía comenzó con un notabilísimo retraso sobre la hora inicialmente prevista, las 8:15 de la mañana. Estos fallos son impropios de una prueba que ha cumplido este año su edición número 17ª, con los mismos organizadores, y que tiene limitado el número de participantes precisamente para evitar el "descontrol".

Finalmente, la Travesía parte, con la silueta de Sierra Helada como telón de fondo

Una vez todos en el agua, se dio la señal de Salida, con una mar mucho más rizada de lo que se percibía desde la orilla, y con una fortísima corriente del Noreste que desplazó a los nadadores hacia el Oeste más de lo deseado, y que propició que la mayoría hiciese más metros de los 3.700 inicialmente previstos.


El tema de los kayacs y zodiacs parece que estuvo bien resuelto, y los comentarios recogidos fueron que, en general, la seguridad de los nadadores estuvo bien cubierta durante todo el recorrido. No así el balizamiento del recorrido, que fue bastante deficiente. Y me explico. Las boyas escogidas para señalizar la línea que, en teoría, debería seguir la Travesía eran naranjas y de grandes proporciones, muy visibles. Pero solamente se colocaron 4 boyas, lo que significa que estaban situadas ¡cada 800 metros!. Esa distancia entre boyas, nadando en el mar, y más en una mar tan rizada como la de ese día, es una enormidad que impide que se vean y propicia que los nadadores vayan haciendo eses, como finalmente ocurrió. Otro pequeño fallo fácilmente subsanable para futuras ediciones. 

Hago Aranguren hace entrada en Meta, paseando
Cuando apenas habían pasado 40 minutos desde que se dio el silbato de Salida ya pudimos ver al primer nadador, muy destacado sobre los siguientes y que finalmente pudo concluir la prueba en tan sólo 44´20". Éste no era otro que el donostiarra Haigor Aranguren, un clásico en esta prueba, ya que es su 5ª victoria consecutiva en la misma. Llego con una holgadísima ventaja sobre sus seguidores, lo cual se aprecia en la tranquilidad con que pasó bajo el arco de Meta, prácticamente de paseo....

Disputadísima entrada de Jonás y David en línea de Meta
Pero la parte más emocionante aún estaba por llegar, porque los nadadores que iban en 2º y 3º puesto disputaron un emocionantísimo sprint final que llegó hasta la misma alfombrilla de control que fue la que finalmente decidió quien entró antes y quien después, porque la percepción de todos los presentes era de una simultaneidad difícil de distinguir. Finalmente, el control electrónico dictaminó que fue el eldense David Ibáñez con 47´44" el 2º clasificado y el benidormí Jonás Marín, con 47´45". No obstante, el gran Jonás se pudo consolar de ese segundo de diferencia que le arrebató el 2º puesto, ya que acumuló el ser simultáneamente el 1º de su categoría y el 1º nadador local, lo que propició que se fuera a casa cargado de trofeos.

Como anécdota quiero señalar que los nadadores no llevaban marcado el número de dorsal ni en el hombro, ni en el gorro, como es habitual, por lo que la única identificación posible del nadador era el chip que llevaba en el tobillo. Consecuentemente, el speaker tuvo que preguntar a los primeros clasificados en entrar a Meta cual era su nombre porque, como apuntó muy acertadamente, "me han dado un listado de nadadores con su número de dorsal pero, en estas condiciones, no me sirve para nada". Un fallo garrafal y algo patético

Podium absoluto femenino
En el apartado femenino la vencedora absoluta fue la benidormí Eliana Sotelo, del Club Deportivo Aquaviva con 52´29", que entró en 8º lugar de la general. Y ya hay que bajar hasta el 43º puesto de la general para encontrar a la siguiente mujer -Irene Granell, con 1h.02´-, lo cual no hace sino confirmar la gran clase y el enorme nivel de Eliana, ya que es la vencedora de todas las travesías que se están disputando esta temporada por las costas alicantinas. Nuestro mayor tributo de admiración y respeto.

Diego Cortés, una leyenda viva de las Aguas Abiertas
Pero no quiero finalizar el apartado de premiados sin señalar a un nadador veterano que es todo un referente en las Aguas Abiertas, no sólo alicantinas, sino a nivel nacional. Estoy hablando del benidormí Diego Cortés Llorca, que hizo un dignísimo puesto 26º en la general, quedando el 1º de su categoría (+60 años) con 59´31". Un tiempo espectacular, máxime teniendo en cuenta que nos comentaba que venía de haber disputado el día antes la Travesía de la Concha, en San Sebastián, una prueba dura donde las haya. Un ejemplo de nadador con una gran clase.

Club Deportivo Aquaviva Benidorm, el más numeroso
El Club más numeroso en cuanto a participantes, y que fue premiado por ello, fue el Club Deportivo Aquaviva Benidorm, que superó ligeramente en cuanto a participantes a otro importantísimo club de la ciudad de los rascacielos, como es el Club Deportivo Finisher, que fue el vencedor en 2017 en cuanto a que presentó al mayor número de nadadores en la prueba. 


Club Deportivo Finisher, plagado de campeones OWS

Precisamente, el 3º clasificado de la travesía, Jonás Marín, es el Presidente del citado Club, que lidera al alimón con Fabián Villena, otro insigne nadador benidormí, puesto 33º en la general y 1º en su categoría (Veterano C), con 1h00´.

Medusas Orgullosas en tierra firme


Y finalizo el apartado de clasificaciones con mi gran amiga y gran nadadora también, Llanos García López, perteneciente al Club Natura Sport (Elche) que llegó en el puesto 318º de la general (la última), con 1h.57´. Yo siempre digo que, para mí, los nadadores con más mérito son los que llegan los últimos, porque son los que mayor esfuerzo han de hacer para completar el recorrido pero, pese a todo, no se les borra ni la sonrisa de la cara, ni el ánimo del espíritu. Llanos tardó prácticamente el triple que el vencedor en completar la Travesía, pero ahí la tenéis en la foto, con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Chapeau por ella!



La playa del Mal Pas de Benidorm, punto de llegada de la Travesía, es una playita diminuta que se colmaba enseguida de gente, por lo que la Organización dispuso toda la parafernalia post-travesía en la cercana explanada del Puerto, separada por apenas veinte metros de la citad playa. 

Explanada del puerto, con el avituallamiento (izquierda) y la plataforma de premios (derecha)

Allí estuvo dispuesto el avituallamiento, bastante generoso por cierto, y la plataforma para la entrega de premios dispuesta -como se puede ver en la foto- de espaldas al Sol, lo cual dificultó notablemente la labor de los fotógrafos a la hora de realizar su trabajo. Y si complicado lo tuvieron los fotógrafos profesionales, qué puedo decir de los aficionados que nos valíamos de un simple teléfono móvil. Otro detalle de fácil resolución para futuras ediciones y que facilitaría notablemente la labor de los que quisimos inmortalizar el momento. 

Postureo con José Miguel Cano Guerao
Y, una vez finalizada la Travesía, llegaba el momento de la entrega de premios. O la menos eso es lo que nos parecía a nosotros. Pero no. Por motivos que desconocemos, aquello empezó a alargarse y alargarse, sin motivo aparente, y el Sol empezó a hacer de las suyas, cada vez cayendo más a plomo sobre nuestras cabezas, ya muy castigadas por el largo rato que llevábamos allí. De pronto, y para nuestra sorpresa, los encargados del avituallamiento -una vez acabadas todas las viandas y bebida-, empezaron a desmontar mesas, toldos, pancartas, etc..., mientras que la entrega de premios no acababa de comenzar. 
La conclusión parece evidente: la gente empezó a marcharse lentamente, hartos de esperar. 

Ibáñez, Marín, Aranguren, Ana Pellicer y Arturo Cabrillo
Por fin comenzó el acto, presidido por la Alcaldesa accidental de Benidorm, Ana Pellicer, y por el Concejal de Deportes, Arturo Cabrillo (ambos participantes como nadadores en la Travesía con 1h.21´ y 1h.30' respectivamente) con un aforo de público ya notablemente mermado, y con un ritmo que no era precisamente el más dinámico, dada la duración prevista del acto, con multitud de premios y reconocimientos. Como suele ocurrir en estas entregas,  empezaron por los premios "de menos a más", dejando para el final las categorías absolutas. Para cuando llegaron a premiar a los tres vencedores absolutos de la Travesía, apenas quedaban dos docenas de espectadores aplaudiendo a los campeones. 

Por cierto, quiero remarcar el bonito detalle de David Ibáñez al compartir el cajón del 2º puesto con Jonás Marín, en un gesto que le hace más grande como persona y como nadador. 

Finalmente, llegaron las fotos de rigor, el postureo con los campeones, porque pese a que no pude compartir con ellos brazadas, sí compartí su emoción y, sobre todo, las ganas de estar ahí y compartir disfrute el año próximo. 

Un recuerdo con Jonás Marín y Fabián Villena

En definitiva una Travesía veterana, que el año próximo cumplirá su mayoría de edad, la edición número 18, bien organizada en términos generales, pero con una serie de pequeños fallitos, muy fáciles de resolver, y que nos quitaría ese mal sabor de boca que nos impide darle el sobresaliente que, por recorrido y entorno, se merece sin lugar a dudas. 

Esperamos y confiamos que en la edición de 2019, todos estos fallos sean meras anécdotas ya olvidadas. 

Espectacular imagen de la Playa de Poniente de Benidorm, antes de comenzar la prueba
Espero que os haya gustado

¡Nos vemos en el agua!

José María Galera (Josemari)
OWS Alicante

jueves, 2 de agosto de 2018

89ª VUELTA A LA ESCOLLERA DE ALICANTE 2018


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Vista del recorrido de la Travesía, desde la Zona Volvo hasta la Playa del Postiguet
El pasado domingo 29 de Julio se disputó esta Travesía OWS "Vuelta a la Escollera de Alicante". Nada menos que 89 ediciones lleva celebrándose y presume en ser la más antigua de España, ya que su primera edición se disputó nada menos que en 1917, dejándo de celebrarse durante los años de la Guerra Civil y alguno más de la postguerra.

Ese liderazgo en cuanto al número de ediciones celebradas se lo disputa con la Travesía del Puerto de Barcelona y la Travesía de la Ría de Bilbao, siendo ésta de Alicante la que tiene un recorrido más "auténtico" por hacerse en aguas realmente "abiertas" en la mayor parte de su recorrido (ver imagen superior), si bien teniendo notables diferencias a la baja en cuanto a nivel organizativo de la prueba en sí, como iremos viendo a lo largo de esta crónica. 

La prueba estaba convocada en un principio para las 10 de la mañana, aunque a última hora se adelantó a las 9:30 el  comienzo de la misma. Una hora en cualquier caso algo tardía para esta época del año y para la zona en la que nos encontramos, ya que en torno a las 10/10:30 empiezan a levantarse los "vientos térmicos" que dominan esta zona del Mediterráneo en verano, y el mar empieza a rizarse y a complicarse, por muy "plato" que se encuentre a primera hora de la mañana, como así ocurrió efectivamente en el caso que nos ocupa. Los primeros clasificados, que apenas necesitaron 50´ para completar la prueba, no notaron esos vientos térmicos, pero el resto del pelotón sí que los tuvo que padecer, si bien la cosa no fue a mayores, afortunadamente. 

Este es el 5º año consecutivo en que asisto a la Vuelta de la Escollera, en unas ocasiones como swimmer y en otras, como ésta que nos ocupa, de simple observador y modesto cronista a la vez. Fue en el año 2014 cuando  participé por primera vez, como nadador, y fuimos apenas 90 los swimmers que nos lanzamos al mar; este año 2018 hubo 230 inscripciones, si bien finalmente solo nadaron 198.

Vista de la lámina de agua del Puerto de Alicante, con el Castillo de Santa Bárbara al fondo
La Travesía tiene un recorrido de unos 4.000 metros aproximadamente, iniciándose dentro de la dársena exterior del Puerto de Alicante -en la llamada Zona Volvo- recorriendo la escollera en toda su longitud por el interior. Una vez llegados al faro, se hace un giro de 180º para recorrer la citada escollera, pero esta vez ya en mar abierto para, al llegar al final de la misma, hacer un nuevo giro de unos 90º y dirigirse en paralelo al espigón ocupado por el Hotel Meliá, en dirección a la Playa del Postiguet, donde está situado el arco de Meta. En la imagen del principio de esta crónica se ve gráficamente y a la perfección este recorrido

Pero esta prueba es algo "traidora" en su recorrido, ya que los primeros mil y pico metros se disputan aún dentro de la dársena exterior del Puerto de Alicante, con lo que la sensación es la de nadar en una piscina enorme, y puede llevar a engaño en lo referente al estado real de la mar en la parte exterior, ya en mar abierto.

Pero una vez que se rebasa el faro y se hace el giro de 180º (ver imagen del recorrido en la foto inicial) es cuando realmente se enfrenta uno al estado real de la mar, que no siempre es tan placentero y plano como aparece dentro de la lámina de agua del Puerto.

Ya desde las 8 y poco de la mañana empezaron a llegar los primeros participantes a la zona de entrega de gorros, situada bajo los soportales del Museo de la Volvo, muy cerca del punto teórico establecido como de partida de la prueba.

Punto de identificación y entrega de gorros, en los soportales del Museo Volvo
La ausencia de ningún tipo de megafonía, ni pancarta alusiva, ni tampoco de ningún otro tipo de elemento significativo hacía que no fuera fácil para los primerizos en la prueba el encontrar -en la inmensidad del Puerto de Alicante- el punto de recogida de gorros, formado por una simple mesa plegable de camping con media docena de voluntarios que realizaban la identificación del nadador y entregaban el chip y el correspondiente gorro, con la leyenda de todos los años "Concejalía de Deportes" "Ayuntamiento de Alicante". Y punto. Ni una alusión a la prueba que se iba a disputar. 

Marcos Molina, José Luis Larrosa y José María Galera
Allí tuve ocasión de saludar a numerosos conocidos, como mi gran amigo José Luis Larrosa, de vacaciones desde su residencia actual en el Sureste Asiático y que, pese a no nadar ya en estas aguas, continúa entrenando duro y consiguió un dignísimo 4º puesto en la General y 1º en su categoría Master A. También comparto esta foto con Marcos Molina, otro nadador con un progreso envidiable en los últimos años, máxime teniendo en cuenta que viene desde Yecla, en el interior de Murcia, con lo que no le es fácil entrenar en el mar. 

Quiero resaltar la presencia de mis buenos amigos del CD Finisher, que desplazaron desde Benidorm nada menos que a 9 de sus miembros, con su Presidente Jonás Marín a la cabeza, y que acabó la prueba como 2º de la General. Eché de menos al gran Fabián Villena, alma mater de la Travesía Heartbreak, que se disputó en la Playa de Levante de la ciudad de los rascacielos hace apenas dos semanas, y gran nadador también. 

Los nadadores se dirigen al punto de Salida, algunos impacientes ya en el agua
Cuando quedaban apenas unos minutos para la hora marcada para la salida, los nadadores empezaron a desplazarse hacia la que parecía ser la zona de salida porque repito, la ausencia de megafonía y de señalización de cualquier tipo hacía difícil tener una noción clara de lo que había que hacer a continuación y desde dónde. 

La escasa asistencia a la Travesía (no llegaron a 200 nadadores) facilitó el poder escuchar, aunque bastante mal por cierto, las instrucciones de última hora que daba, "a grito pelao", uno de los organizadores, desde una Zodiac situada a unos 50 metros, en medio de la dársena. Un simple megáfono hubiera facilitado su labor notablemente. Todo resultó ser muy "casero", demasiado casero, a mi entender, para una Travesía seria. 

Los nadadores comienzan la prueba tras oír el silbado desde una de las Zodiac
Finalmente, y después de cambiar de ubicación a los nadadores un par de veces, los cuales andaban a su vez super despistados porque no había ninguna indicación de donde se iba a dar la Salida, suena la sirena, y comienza la prueba, con los swimmers bastante desperdigados, como se aprecia en la foto. 

Quiero indicar que me sorprendió mucho la escasez de embarcaciones de apoyo a los nadadores, que en esta ocasión estaban apenas formadas por una lancha Zodiac de Bomberos, otra de Policía Municipal y un par de motos de agua. Al parecer, desde la Playa del Postiguet, se incorporaron más tarde media docena de Paddle surfers, que acompañaron a los nadadores por la parte exterior de la Escollera. En cualquier caso, un apoyo exterior muy escaso a mi modo de ver para una prueba de 4.000 metros que se desarrolla en su mayor parte en mar abierto.

Las comparaciones siempre son odiosas, pero hace apenas una semana estuve en la Travesía de la Sardina, desde Bilbao a Santurce, que discurre íntegramente por la Ría de Bilbao, es decir, no es en mar abierto, y donde participaron un total de 90 nadadores. Ante la sobreabundancia de kayacs que observé, tuve la curiosidad de preguntar a la Organización de la prueba cuántos había en total, y me dijeron que fueron 52 los kayacs que acompañaron a los nadadores a lo largo del recorrido de la prueba,  porque "para ellos la seguridad es fundamental". Es decir 52 kayacs para 90 nadadores... Sobran los comentarios.

Espectacular punto de llegada a los pies del Castillo
Desde allí ya me desplacé hacia la cercana Playa del Postiguet, en  la confluencia del Paseo de Gómiz con el Hotel Meliá, punto habitual de finalización de esta Travesía. El enclave es realmente magnífico, a los pies del imponente Castillo de Santa Bárbara, emblema indiscutible de la ciudad de Alicante y en las blancas arenas de su playa urbana más nombrada (la que aparece indefectiblemente en todos los reportajes de TV cuando se quiere hablar del buen tiempo y de la gente disfrutando del mar). 
Es decir, es un punto absolutamente emblemático y propicio para organizar una llegada de Travesía espectacular.  No fue éste el caso.

Pesquer, Solís, Pina, Arroyo, Larrosa y Marín, sexteto vencedor
Cuando apenas se habían cumplido cincuenta minutos desde que se dio la Salida, hizo su entrada el primer clasificado Rodrigo Solís, del CN Tenis Elche, que finalizó en 50´42", seguido a escasos segundo por Jonás Marín, del CD Finisher (Benidorm) en 51´07" y con Emilio Arroyo, del Club Boquerones en 51'12"; apenas 3" después  de éste entró José Luis Larrosa, también del Club Boquerones, que en este caso cedió la gloria del podio a su compañero de Club y amigo Emilio Arroyo; fue un 4º puesto con sabor a un 3º compartido. José Luis es así.

Eliana Sotelo, Rodrigo Solís, Jonás Marín y José M. Galera
La primera fémina en entrar fue la incombustible Eliana Sotelo, del Club Aguaviva de Benidorm, en 54'43", ocupando el puesto 11º de la General. Se da la circunstancia de que la gran Eliana fue la vencedora femenina de la II Travesía Heartbreak, disputada en la Playa de Levante de Benidorm hace apenas dos semanas. 

Caso aparte es el de Jonás Marín, que también quedó en 2º lugar en dicha Travesía benidormí; pero es que, aparte, había sido vencedor absoluto en la Travesía de Jávea, disputada el pasado 1 de Julio, y volvió a hacer podio en la Travesía Tabarca-Santa Pola, del pasado 8 de Julio. Es decir, este campeón ha hecho cuatro podios consecutivos en apenas un mes, lo cual es un récord difícil de superar. Máxime cuando ha regresado hace poco a la competición, después de una larguísima temporada de varios años alejado del agua. Mi tributo de admiración y respeto absoluto para él, y también para Eliana

La 2ª mujer en entrar en Meta fue Ana Moreno del CT Albacete, en 57'03", seguida de Zoe Connolly, del CN Elche, en 57'12". Ambas ocuparon el puesto 14º y 15º de la General. 

Entrega de premios de Natación Adaptada
También quiero hacer reseña especial a los campeones de Natación Adaptada, integrada por nadadores con diversas minusvalías, lo cual no les impide hacer unos registros magníficos que para sí quisiéramos muchos de nosotros. En esta modalidad, el vencedor fue el gran David Pomares, "El tiburón de El Altet", que hizo un dignísimo puesto 27º de la General con 59'56"; en 2º lugar estuvo Juanjo Caselles -en capilla ya para su gran aventura neoyorquina- que hizo 1h00; ambos pertenecen al Club Aquarium Alicante
Alberto González (centro) con Jorge Rojo (derecha)



Y en tercer lugar estuvo un gran campeón, Antonio Mouaci, del CN Arena Alicante, cuya minusvalía es la ceguera total, y que hizo 1h.02´, acompañado de su amigo y lazarillo a la vez, Jorge Rojo. Mi tributo de admiración sincera para estos cuatro fenómenos. 

La ausencia de un speaker oficial en Meta no facilitó en absoluto el saber quienes iban entrando por el arco, ni siquiera para los primeros puestos. Afortunadamente en mi caso conocía a muchos de los nadadores que iban finalizando y, gracias a ello, sabía cómo iba la cosa, pero el público en general que estuviera contemplando el final del evento desde detrás de las vallas, difícilmente se pudieron enterar de nada hasta el momento de la entrega de premios. Un fallo lamentable, a mi entender.

La sobreabundancia de copas daba para varias travesías
Y la entrega de premios merece capítulo aparte. Porque otra cosa no, pero copas había para premiar varias travesías, y que aún sobraran un puñao para las sucesivas. Nada menos que 57 trofeos conté mientras esperaba al vencedor, lo cual, teniendo en cuenta que hubo sólo 198 nadadores, significa que había un trofeo por cada 3 participantes aproximadamente. O para decirlo en corto, que se llevó copa todo dios. 

A mi modo de ver, esta sobreabundancia de trofeos tiene más de negativo que de motivador. En primer lugar porque devalúa el mérito del trofeo en sí. Se podría entender tantos trofeos en el caso de una travesía con una gran masa de nadadores, en la cual ser 3º de tu categoría tiene mérito porque sois 90 nadadores en esa categoría, pero se dio el caso de alguna categoría que había menos participantes que trofeos, o acaso los mismos nadadores que trofeos..., con lo cual quedaba la cosa muy devaluada. 

Y en segundo lugar,  esta sobreabundancia hace la entrega de premios muy cansina por larga, con lo cual la mayoría del escaso público presente ya a estas alturas (casi las 12 del mediodía y con un Sol de justicia) acaba por irse y dejar la parte final de la entrega con una escuálida docena de espectadores, lo cual también es bastante desmotivador para el receptor del trofeo. Pero bueno, ésa es mi opinión, que puede no ser compartida. 

Curro de la Vega, eufórico al llegar a Meta, con José M. Galera
No quiero dejar de nombrar a mi buen amigo Curro de la Vega, un maratoniano  regular y trotamundos insaciable, que ahora le está cogiendo afición y "gustillo" a la natación en aguas abiertas, pese a que sus tiempos son manifiestamente mejorables (dicho con cariño, je,je,je). Participó el año pasado por primera vez sin haber nadado nunca en el mar -con dos cojones! je,je,je-, y este año ha repetido experiencia. ¡Y ha salido encantado!

A su vez ha publicado sus experiencias en esta 89ª Vuelta a la Escollera de Alicante en su blog "hablandoconmiszapatillas.blogspot.com" cuya lectura os recomiendo muy vivamente, porque podréis tener la visión de la Travesía desde el punto de vista de un nadador corriente, que sólo pretende disfrutar nadando en el mar, sin otro objetivo más que el de divertirse. Y llegar a Meta!! 

Los voluntarios, con Cecili y Marcos del Club RC7
Tampoco nos podemos olvidar de los voluntarios, tanto en tierra como en el agua, que aportaron lo mejor de su experiencia y esfuerzo a intentar que todo fuera lo mejor posible y concluyera sin ningún incidente reseñable. 

Por último, y para finalizar, no quiero despedirme sin señalar con cierta pena la poca resonancia y la escasa asistencia que tiene esta Travesía de la Escollera de Alicante, pese a ser la más antigua de España.

El recorrido es muy bonito, a mi modo de ver, el escenario es fantástico, como he señalado antes; la fecha es la mejor posible, con la ciudad de Alicante a tope de gente de fuera y con la temperatura del agua en un nivel óptimo. El coste de la inscripción no es elevado. Entonces, ¿Qué es lo que falla? ¿Qué es lo que provoca que esta prueba esté siempre rozando apenas los 200 nadadores, cuando otras próximas y con menor tradición acaban sus plazas disponibles en apenas unas pocas horas? ¿Qué es lo que pasa con esta Travesía?

Y la respuesta, a mi modo de ver, tiene varias derivaciones, aunque quizá la principal se deba a la Organización de la prueba. La escasez de medios con que se organiza esta travesía roza lo patético. Desde La Bolsa del Nadador, formada por un simple gorro sin más rotulación alegórica a la prueba, hasta el avituallamiento final, formado por una barrita energética y ¡¡una ciruela!!, pasando por las diversas carencias señaladas antes referentes a la ausencia de kayacs, de megafonía, de un simple podio decente para que se suban los vencedores, de una pancarta de la prueba que sirva de telón de fondo a la entrega de premios....y muchos pequeños detalles más que hacen que la gente haga esta prueba una vez y no se vaya con ganas de repetir. 

No se trata de mala voluntad, sino de desidia, de falta de interés por colocar esta Travesía al nivel que se merece por recorrido, por fechas, por ser esta zona una de las que mayor número de nadadores OWS tiene y, sobre todo,  por el espectacular enclave en el que se desarrolla. Una pena.

¿Cómo es posible que hace apenas tres semanas se disputara la Travesía Tabarca - Santa Pola, a escasos kilómetros de aquí, con 1.600 nadadores, seleccionados por sorteo entre casi 4.000 pre-inscritos, y aquí apenas se cubrieran 230 plazas de las 400 que había disponibles?. Cualquiera que haya participado en dicha Travesía y en ésta sabe la respuesta a mi pregunta. 

Como he dicho antes, las comparaciones son odiosas, pero a veces son buenas para preguntarse si se está haciendo todo lo posible por intentar colocar esta Vuelta a la Escollera en el lugar de privilegio que le corresponde, o solo se trata de cubrir el expediente un año más..... y hasta el año que viene.

Pero es lo que tenemos y, desde luego, nosotros seguiremos participando, apoyando, empujando y tratando de que se corrijan las carencias señaladas, a ver si entre todos conseguimos hacer que la Travesía de la Escollera de Alicante, aparte de ser la más antigua de España, acabe siendo también una de las mejores pruebas del calendario OWS de España. 

¡A ver si lo conseguimos entre todos!

Parte final de la Vuelta de la Escollera, a los pies del imponente Castillo de Santa Bárbara

Espero que os haya gustado.  

¡Nos vemos en el agua!

José María Galera (Josemari)
OWS Alicante