miércoles, 19 de julio de 2017

I TRAVESÍA PLAYA LEVANTE BENIDORM 2017

(*) Pulsando en cada foto, se abre a pantalla completa


La Playa de Levante de Benidorm. La salida, frente al Hotel Bilbaíno, un clásico.
Pocas playas más icónicas en nuestro litoral que la Playa de Levante de Benidorm (Alicante); de hecho, la podríamos calificar como "la playa" por excelencia, puesto que siempre que se habla de turismo, de arenas blancas, de aguas cristalinas,....siempre acaba apareciendo en imagen esta playa de la capital de la Costa Blanca.

Era por ello extraño que en un entorno tan privilegiado, aún no se disputara ninguna prueba de aguas abiertas, puesto que se presta a ello en cualquier época del año.

Y ha sido finalmente el Club Deportivo Finisher el que se ha decidido a organizar una Travesía que cruzara de punta a punta tan icónica bahía, con el apoyo del Ayuntamiento de Benidorm.

Hay que señalar que la gente del Finisher no son, para nada, unos recién llegados en la organización de este tipo de eventos, puesto que durante varios años han sido los encargados de que se realizara la Travesía de la Playa del Albir, situada en el vecino municipio de Alfaz del Pí, justo al otro lado de la Sierra Helada, que separa la Playa de Levante de Benidorm de la citada Playa del Albir. 

Esta era una prueba modesta, pero con una impecable organización, año tras año, gracias  al empeño, el cariño y la profesionalidad que ponían los componentes del Finisher en hacernos disfrutar de esa Travesía durante los años que se encargaron de organizarla. Yo tuve la suerte de participar varias veces, y doy fe de ello.

La presentación en el Ayuntamiento de Benidorm
Pero este año han dado el salto a Benidorm y el pasado 28 de junio hicieron la presentación oficial de la prueba en el Ayuntamiento de Benidorm, contando para la presentación con la presencia de Arturo Cabrillo, Concejal de Deportes, quien posteriormente nadó también la Travesía. ¡Qué mejor manera de implicarse en una prueba que participar en ella de forma activa! 

Al ser ésta la primera edición, han querido "empezar por abajo" y limitaron el número de participantes a 125, en el ánimo de comenzar la casa por los cimientos, e ir corrigiendo los pequeños fallos que pudieran surgir contando con un número limitado de nadadores, ya que, traspasado un determinado número de participantes, las dificultades, caso de surgir, pueden aumentar de forma exponencial. 

Una sabia medida, fruto de su experiencia en anteriores organizaciones, y que muestra la prudencia y buena cabeza con que han afrontado el reto.



Porque  nada más que de reto puede calificarse la aventura que afrontaron estos valientes: organizar una Travesía en la playa más congestionada de Europa, un domingo de pleno verano, y que todo transcurriera con absoluta normalidad e, incluso, con tranquilidad. 

Y, encima, disfrutando todos los que participamos en ella de alguna manera: los nadadores, los espectadores y los organizadores. 

Un reto arriesgado de afrontar, pero que cubrieron con nota, pero con nota alta.

La Playa de Levante, muy temprano, y sin bañistas aún. ¡Un lujo!
La cita era a las 9 de la mañana, pero desde mucho antes ya se veía movimiento en el rincón donde se iniciaría la prueba después, muy próximo al célebre Géiser de Benidorm que, para esta ocasión no estaba en funcionamiento, ya que el tramo final de la prueba era rodeándolo, antes de dirigirse hacia el arco de Meta. 

La imagen de la playa, sin gente y con la Isla de Benidorm al fondo es difícil de olvidar, por lo inusual. 


El circuito, de 3.500 metros de longitud aproximadamente, se iniciaba al principio de la Playa de Levante, transcurriendo en paralelo a la orilla y siguiendo una línea de grandes boyas naranjas instaladas por la organización para, al llegar al Cable Sky, girar  180º y volver de nuevo, pero esta vez por dentro de la sucesión de boyas amarillas de la línea de costa que delimitan la zona de baño; una vez llegados al citado Géiser, se bordeaba para dirigirse de nuevo al punto de partida, donde se encontraba el arco de Meta. 

En el tiempo previo a dar la salida fue el momento de ir tomando contacto con el mar, calentando un poco y aclimatándose a unas aguas que amanecieron sencillamente espectaculares, después de algunos días de temporal de Levante, que hicieron temer que la Travesía resultara menos placentera de lo que finalmente resultó. 

Oyendo las indicaciones por megafonía
En un momento dado, por megafonía avisan de que hay que ir aproximándose a el arco de Salida, junto a la alfombrilla de control de los chips, para oír las últimas indicaciones de la organización antes de dar el silbato de salida.
Dado que el número de nadadores rondaba el centenar -finalizaron un total de 98-, no hubo mayor dificultad para poder escuchar todas las indicaciones y hacer las preguntas de rigor. 

El entusiasmo de los participantes al sonar el silbato era evidente.

Hasta que a las 9 horas, con puntualidad británica, y después de la consabida cuenta atrás: 10, 9, 8, ......, suena finalmente el silbato de salida y la gente comienza a correr como posesos para entrar en el agua. 

La Playa de Benidorm, es este punto, es algo traicionera, porque hay inesperados escalones en la arena, lo que provocó más de una caída de los más nerviosos, tanto en la Salida como al final, cuando entraron en Meta.

Los organizadores y un servidor, esperando a los nadadores, bajo un Sol de justicia
Ya parece que vienen....
Yo siempre digo que el que no ha sido nunca público en una prueba deportiva no sabe el mérito que tiene la gente que espera pacientemente a la llegada de los participantes porque éstos, cuando llegan, están disfrutando de su esfuerzo y de su deporte, pero los espectadores, no tienen mayor disfrute que aguantar a pie quieto, con un Sol realmente de justicia, para poder propinar unos pocos aplausos que, en la mayoría de los casos, pasan desapercibidos, para el nadador que entra en Meta.

Mérito el de los deportistas que participan, pero mayor mérito el de los familiares y amigos que los están esperando, a veces, durante horas.

Y por fin llega el primer participante, Xavi Martínez, un jovencísimo nadador del Club Aquatics de Benidorm, que hizo un registro de 47'54", seguido muy de cerca por Jonás Marín, del Club Deportivo Finisher a apenas 6". En tercer lugar entraría un clásico en los podios de las travesías de esta zona, el gran César Hernández, del Club Apolana de Alicante, en 48'25".

Los primeros clasificados inmortalizando el momento en el photo call.
En el apartado de féminas, la vencedora fue Eliana Sotelo, del Club Deportivo Aguaviva de Benidorm, en 51´39", entrando en 5º lugar de la general; en 2º lugar de féminas, y puesto 17º de la General, Marina Martínez, del C.N.Master, con 58'40".

Con Fabián Villena, comentando las incidencias
La entrada de nadadores fue comentada en su primera parte por Chechu Viñegla, del Finisher, que aguantó estoicamente durante una hora larga, ya con claros síntomas de cansancio al final de su locución, por efecto del Sol abrasador e inmisericorde que caía ya a esas horas sobre nuestras cabezas.

La última parte de la llegada de deportistas fue comentada por el gran Fabián Villena que, previamente, participó también nadando en la Travesía, logrando un nada despreciable puesto 18º -entró junto a la segunda fémina-, y que cruzó la Meta junto a Richard Cortés y José Félix Lara, los tres del Club Finisher. 
Pero el esfuerzo previo de natación no le impidió a Fabián el comentar la prueba con la energía y la simpatía desbordante que caracteriza siempre sus intervenciones. 

Y así, en un lento goteo, fueron entrando el resto de participantes, hasta que le tocó el turno al último, el nadador número 98º, que entró una hora y tres minutos después que el primero en traspasar el arco de Meta. 

Se trataba de Narciso Martínez, un sufrido independiente que, pese al esfuerzo que suponemos que le representó el finalizar la Travesía, a la vista del tiempo empleado, no se desanimó, y siguió, brazada tras brazada, nadando hasta traspasar el arco de Meta. 

Ello le valió un caluroso aplauso de todo el público que quedaba aún en la zona y que todos los kayackers que le acompañaron hasta el final le hicieran un emotivo paseíllo aplaudiéndole. 

Con la incombustible Llanos García, de Natura Sport
Llegó entonces el momento de los abrazos, de los selfies, y de comentar con los numerosos amigos y conocidos las incidencias de la prueba. 

Quiero resaltar que la organización fue impecable en todos los sentidos. Empezando por la excelente señalización del circuíto, a base de grandes boyas naranjas muy visibles en la distancia. 

Muy cuidado también el tema del avituallamiento, abundantísimo, tanto en comida como en bebida, y no sólo para los participantes, sino para los acompañantes que esperábamos dentro del recinto que acotaron en la playa.

Y un aplauso especial para la seguridad, un apartado importantísimo y que, en la mayoría de las pruebas, está tratado de una forma muy básica. 

No sólo era en el agua -ya que había 17 kayacs para apenas 100 nadadores-, sino también en tierra, con dos ambulancias de uno de los patrocinadores de la Travesía. Un diez en este apartado.

El equipo organizador, artífices del éxito de la Travesía.
Pero nada de esto hubiera sido posible sin la implicación y el entusiasmo del Club Deportivo Finisher, que se volcaron en que todo estuviera de maravilla y que todos, nadadores y acompañantes, nos sintiéramos muy mimados. La mayoría de ellos, grandes nadadores, renunciaron a nadar para cuidar de que todo funcionara a las mil maravillas. Mi admiración y mi respeto por ello a todos estos campeones.

Y no quisiera concluir sin decir que le auguro un futuro extraordinario a esta prueba, que ha empezado con humildad su trayectoria, pero a la que le deseo el mayor de los éxitos en ediciones venideras. El año próximo prometo participar de nuevo, pero esta vez nadando yo también en la Playa de Levante.

Yo tampoco me pude resistir al photo call. 

Nos vemos en el agua!

José María Galera (Josemari)
OWS Alicante



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