lunes, 27 de agosto de 2018

XVII TRAVESÍA POPULAR A NADO L´ILLA - PORT DE BENIDORM 2018


(* pulsando sobre la foto, se abre a pantalla completa)

Imagen de Manzaneque tomada desde la orilla de la Playa de Mal Pas
El pasado domingo 26 de Agosto se ha disputado la XVII Travesía Popular a nado l´Illa - Port de Benidorm, a punto de cumplir ya su mayoría de edad, puesto que es una de las pruebas más veteranas que se celebran en las costas alicantinas. 

La inscripción en esta prueba es una opción no apta para cardíacos, puesto que se abre puntualmente el día 1 de Agosto de cada año, agotándose las 350 plazas disponibles en apenas dos horas. 

Nervios, ansiedad, la página que se bloquea constantemente por la avalancha de solicitudes,.... y la alegría cuando finalmente se consigue ver reflejado tu nombre en la lista de inscritos. Pero también conlleva a veces algo de frustración si se pretende inscribir a un grupo o Club más o menos numeroso porque, inevitablemente, algún nadador siempre se queda fuera....

La organización tiene fijado este "numerus clausus" en aras de evitar una masificación excesiva que pudiera comprometer la logística necesaria para poder garantizar la seguridad de los nadadores, particularmente si amanece una mar algo complicada, como ocurrió ayer. Cada organización  de travesías gestiona de una forma particular el "filtro" ante la avalancha de solicitudes. Mientras que la Travesía Tabarca - Santa Pola lo hace mediante un sorteo, ésta lo hace por riguroso orden de inscripción hasta agotar plazas disponibles. 

Los nadadores, lanzándose de uno en uno al mar
Aunque la salida oficial de la prueba era a las 8:15 de la mañana, desde las 7 horas se comenzaron a entregar los gorros y los chips en la mesa habilitada para tal fin, previo al desplazamiento de los nadadores hasta la Isla de Benidorm. 

Por un incomprensible -e imperdonable para una Organización tan veterana- fallo logístico en la citada entrega, la escasez de personal entregándolos produjo una larguísima cola de participantes a lo largo del Paseo de Colón que desesperó a más de uno y que retrasó de forma importante el acceso de nadadores a la "golondrina" que les iba a transportar hasta la Salida, situada en la Isla de Benidorm. 


La espera se hizo interminable para los primeros en lanzarse
Una vez en la Isla todos los nadadores, surgió un segundo contratiempo, ya que al realizarse la Salida desde el agua, el punto de acceso habilitado a tal efecto permitía únicamente el paso de los nadadores de uno en uno, lanzándose a continuación al mar, también de uno en uno. Consecuencia: los primeros en tirarse se quedaron literalmente helados en el mar, esperando a que todos los nadadores estuvieran dentro del agua. 

La conclusión parece obvia: la Travesía comenzó con un notabilísimo retraso sobre la hora inicialmente prevista, las 8:15 de la mañana. Estos fallos son impropios de una prueba que ha cumplido este año su edición número 17ª, con los mismos organizadores, y que tiene limitado el número de participantes precisamente para evitar el "descontrol".

Finalmente, la Travesía parte, con la silueta de Sierra Helada como telón de fondo

Una vez todos en el agua, se dio la señal de Salida, con una mar mucho más rizada de lo que se percibía desde la orilla, y con una fortísima corriente del Noreste que desplazó a los nadadores hacia el Oeste más de lo deseado, y que propició que la mayoría hiciese más metros de los 3.700 inicialmente previstos.


El tema de los kayacs y zodiacs parece que estuvo bien resuelto, y los comentarios recogidos fueron que, en general, la seguridad de los nadadores estuvo bien cubierta durante todo el recorrido. No así el balizamiento del recorrido, que fue bastante deficiente. Y me explico. Las boyas escogidas para señalizar la línea que, en teoría, debería seguir la Travesía eran naranjas y de grandes proporciones, muy visibles. Pero solamente se colocaron 4 boyas, lo que significa que estaban situadas ¡cada 800 metros!. Esa distancia entre boyas, nadando en el mar, y más en una mar tan rizada como la de ese día, es una enormidad que impide que se vean y propicia que los nadadores vayan haciendo eses, como finalmente ocurrió. Otro pequeño fallo fácilmente subsanable para futuras ediciones. 

Hago Aranguren hace entrada en Meta, paseando
Cuando apenas habían pasado 40 minutos desde que se dio el silbato de Salida ya pudimos ver al primer nadador, muy destacado sobre los siguientes y que finalmente pudo concluir la prueba en tan sólo 44´20". Éste no era otro que el donostiarra Haigor Aranguren, un clásico en esta prueba, ya que es su 5ª victoria consecutiva en la misma. Llego con una holgadísima ventaja sobre sus seguidores, lo cual se aprecia en la tranquilidad con que pasó bajo el arco de Meta, prácticamente de paseo....

Disputadísima entrada de Jonás y David en línea de Meta
Pero la parte más emocionante aún estaba por llegar, porque los nadadores que iban en 2º y 3º puesto disputaron un emocionantísimo sprint final que llegó hasta la misma alfombrilla de control que fue la que finalmente decidió quien entró antes y quien después, porque la percepción de todos los presentes era de una simultaneidad difícil de distinguir. Finalmente, el control electrónico dictaminó que fue el eldense David Ibáñez con 47´44" el 2º clasificado y el benidormí Jonás Marín, con 47´45". No obstante, el gran Jonás se pudo consolar de ese segundo de diferencia que le arrebató el 2º puesto, ya que acumuló el ser simultáneamente el 1º de su categoría y el 1º nadador local, lo que propició que se fuera a casa cargado de trofeos.

Como anécdota quiero señalar que los nadadores no llevaban marcado el número de dorsal ni en el hombro, ni en el gorro, como es habitual, por lo que la única identificación posible del nadador era el chip que llevaba en el tobillo. Consecuentemente, el speaker tuvo que preguntar a los primeros clasificados en entrar a Meta cual era su nombre porque, como apuntó muy acertadamente, "me han dado un listado de nadadores con su número de dorsal pero, en estas condiciones, no me sirve para nada". Un fallo garrafal y algo patético

Podium absoluto femenino
En el apartado femenino la vencedora absoluta fue la benidormí Eliana Sotelo, del Club Deportivo Aquaviva con 52´29", que entró en 8º lugar de la general. Y ya hay que bajar hasta el 43º puesto de la general para encontrar a la siguiente mujer -Irene Granell, con 1h.02´-, lo cual no hace sino confirmar la gran clase y el enorme nivel de Eliana, ya que es la vencedora de todas las travesías que se están disputando esta temporada por las costas alicantinas. Nuestro mayor tributo de admiración y respeto.

Diego Cortés, una leyenda viva de las Aguas Abiertas
Pero no quiero finalizar el apartado de premiados sin señalar a un nadador veterano que es todo un referente en las Aguas Abiertas, no sólo alicantinas, sino a nivel nacional. Estoy hablando del benidormí Diego Cortés Llorca, que hizo un dignísimo puesto 26º en la general, quedando el 1º de su categoría (+60 años) con 59´31". Un tiempo espectacular, máxime teniendo en cuenta que nos comentaba que venía de haber disputado el día antes la Travesía de la Concha, en San Sebastián, una prueba dura donde las haya. Un ejemplo de nadador con una gran clase.

Club Deportivo Aquaviva Benidorm, el más numeroso
El Club más numeroso en cuanto a participantes, y que fue premiado por ello, fue el Club Deportivo Aquaviva Benidorm, que superó ligeramente en cuanto a participantes a otro importantísimo club de la ciudad de los rascacielos, como es el Club Deportivo Finisher, que fue el vencedor en 2017 en cuanto a que presentó al mayor número de nadadores en la prueba. 


Club Deportivo Finisher, plagado de campeones OWS

Precisamente, el 3º clasificado de la travesía, Jonás Marín, es el Presidente del citado Club, que lidera al alimón con Fabián Villena, otro insigne nadador benidormí, puesto 33º en la general y 1º en su categoría (Veterano C), con 1h00´.

Medusas Orgullosas en tierra firme


Y finalizo el apartado de clasificaciones con mi gran amiga y gran nadadora también, Llanos García López, perteneciente al Club Natura Sport (Elche) que llegó en el puesto 318º de la general (la última), con 1h.57´. Yo siempre digo que, para mí, los nadadores con más mérito son los que llegan los últimos, porque son los que mayor esfuerzo han de hacer para completar el recorrido pero, pese a todo, no se les borra ni la sonrisa de la cara, ni el ánimo del espíritu. Llanos tardó prácticamente el triple que el vencedor en completar la Travesía, pero ahí la tenéis en la foto, con una sonrisa de oreja a oreja. ¡Chapeau por ella!



La playa del Mal Pas de Benidorm, punto de llegada de la Travesía, es una playita diminuta que se colmaba enseguida de gente, por lo que la Organización dispuso toda la parafernalia post-travesía en la cercana explanada del Puerto, separada por apenas veinte metros de la citad playa. 

Explanada del puerto, con el avituallamiento (izquierda) y la plataforma de premios (derecha)

Allí estuvo dispuesto el avituallamiento, bastante generoso por cierto, y la plataforma para la entrega de premios dispuesta -como se puede ver en la foto- de espaldas al Sol, lo cual dificultó notablemente la labor de los fotógrafos a la hora de realizar su trabajo. Y si complicado lo tuvieron los fotógrafos profesionales, qué puedo decir de los aficionados que nos valíamos de un simple teléfono móvil. Otro detalle de fácil resolución para futuras ediciones y que facilitaría notablemente la labor de los que quisimos inmortalizar el momento. 

Postureo con José Miguel Cano Guerao
Y, una vez finalizada la Travesía, llegaba el momento de la entrega de premios. O la menos eso es lo que nos parecía a nosotros. Pero no. Por motivos que desconocemos, aquello empezó a alargarse y alargarse, sin motivo aparente, y el Sol empezó a hacer de las suyas, cada vez cayendo más a plomo sobre nuestras cabezas, ya muy castigadas por el largo rato que llevábamos allí. De pronto, y para nuestra sorpresa, los encargados del avituallamiento -una vez acabadas todas las viandas y bebida-, empezaron a desmontar mesas, toldos, pancartas, etc..., mientras que la entrega de premios no acababa de comenzar. 
La conclusión parece evidente: la gente empezó a marcharse lentamente, hartos de esperar. 

Ibáñez, Marín, Aranguren, Ana Pellicer y Arturo Cabrillo
Por fin comenzó el acto, presidido por la Alcaldesa accidental de Benidorm, Ana Pellicer, y por el Concejal de Deportes, Arturo Cabrillo (ambos participantes como nadadores en la Travesía con 1h.21´ y 1h.30' respectivamente) con un aforo de público ya notablemente mermado, y con un ritmo que no era precisamente el más dinámico, dada la duración prevista del acto, con multitud de premios y reconocimientos. Como suele ocurrir en estas entregas,  empezaron por los premios "de menos a más", dejando para el final las categorías absolutas. Para cuando llegaron a premiar a los tres vencedores absolutos de la Travesía, apenas quedaban dos docenas de espectadores aplaudiendo a los campeones. 

Por cierto, quiero remarcar el bonito detalle de David Ibáñez al compartir el cajón del 2º puesto con Jonás Marín, en un gesto que le hace más grande como persona y como nadador. 

Finalmente, llegaron las fotos de rigor, el postureo con los campeones, porque pese a que no pude compartir con ellos brazadas, sí compartí su emoción y, sobre todo, las ganas de estar ahí y compartir disfrute el año próximo. 

Un recuerdo con Jonás Marín y Fabián Villena

En definitiva una Travesía veterana, que el año próximo cumplirá su mayoría de edad, la edición número 18, bien organizada en términos generales, pero con una serie de pequeños fallitos, muy fáciles de resolver, y que nos quitaría ese mal sabor de boca que nos impide darle el sobresaliente que, por recorrido y entorno, se merece sin lugar a dudas. 

Esperamos y confiamos que en la edición de 2019, todos estos fallos sean meras anécdotas ya olvidadas. 

Espectacular imagen de la Playa de Poniente de Benidorm, antes de comenzar la prueba
Espero que os haya gustado

¡Nos vemos en el agua!

José María Galera (Josemari)
OWS Alicante

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